En la historia reciente del país, la ola invernal causada por el fenómeno de La Niña 2010-2011 ocasionó diversos daños y emergencias de gran magnitud. La Guajira fue uno de los departamentos afectados en un 20 por ciento de su población.
Consecuencias:
- 995 familias damnificadas por la emergencia
- Pérdida de territorios por inundaciones incluyendo sedes de colegios.
- Falta de agua debido a la sequía que el fenómeno trajo.
- La muerte de más de tres mil niños por desnutrición a causa de la hambruna y tierras productivas.
¿Cómo mitigar estos hechos?
Colombia humanitaria, como estrategia de atención a los efectos del fenómeno de la niña, activó todas las instancias del gobierno nacional, en los que a través de los derechos de emergencia se creó el fondo de adaptación, cuya función es liderar la reconstrucción y trabajar por un país más responsable frente a los cambios climáticos.
Su primera tarea fue recoger la evaluación del estado en que quedó el país y los daños generados por la emergencia, además de investigar sobre los diagnósticos y estudios existentes sobre la situación para así empezar la planeación de las obras que se tenían que emplear en los departamentos afectados.
Desde ese momento, el fondo adjudicó en 2013 un contrato a Castell Camel para el diseño y construcción de colegios afectados por el fenómeno de la niña 2010- 2011, con el fin de mejorar la vida de las comunidades de la región, por medio de obras que garantizan su acceso al derecho a la educación en espacios físicos adecuados y perdurables en el tiempo.
El proyecto:
En enero del 2015 la interventoría certificó el recibo a satisfacción de la fase de diseño para los contratos adjudicados a la constructora que iniciarán fase de construcción en marzo del 2015, como lo es el Centro Educativo Indígena Rural Amuschichon de la ciudad de Maicao, que tiene como principal objetivo suplir las necesidades de las comunidades mediante el desarrollo sostenible en el diseño y consultoría de obras de infraestructura de alta calidad.
Así, Castell Camel inició el diseño y consultoría de colegios en sectores del departamento que requieren mayor atención para fortalecer y garantizar calidad y permanencia en el sector educativo, ya que la mayoría de los niños Wayúu en esta ciudad iniciaban sus días de clase en un espacio sin paredes, tableros ni agua, razón por la que es de vital importancia que este centro educativo tenga un molino de viento para la extracción de agua y será un proyecto que le dará la oportunidad de estudiar bajo excelentes condiciones a 33 niños y niñas indígenas.
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